sábado, 10 de julio de 2010

La pasta de la quinta columna progresista

Botnia y la trampa de los hermanos “progre” del capital transnacional

La pasta de la quinta columna progresista
Por Mauricio Castaldo



La lucha de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú abrió una nueva etapa en la historia regional y sudamericana. A través de la acción popular directa ha puesto fuertemente en discusión el modelo hegemónico de contaminación y saqueo, y ha abierto un camino de lucha ambiental anticapitalista, que sólo se hará camino al andar colectivo de nosotros mismos.


Está muy claro que sin el corte y la lucha, nada del modelo pastero-monoproductivo ecocida sería conocido bien públicamente ni cuestionado como se lo cuestiona hoy en día.
Y la profundización de la lucha va superando límites en forma extraordinaria. El último documento de la Asamblea leído en el Puente en este 2010 es una muestra cabal de ello: con fundamentos contrahegemónicos sólidos, los ambientalistas cuestionaron el fallo imperial del Tribunal de La Haya y la complicidad de los estados uruguayo, argentino y entrerriano con el capital multinacional, con la contaminación y con el saqueo. Ya dijeron un par de barbudos alemanes, allá por 1848, que los estados nacionales instituidos no son más que juntas que administran los intereses de la burguesía.
Nadie ha demostrado un camino mejor para lograr que Botnia se vaya y para avanzar en la lucha contra este modelo político dominante. Todos los que han puesto reparos o han querido moderar o intermediar lo han hecho siempre para frenar la lucha y para dar lugar al desarrollo de grandes intereses políticos y económicos.
Frente a la crisis estructural de las infames lógicas civilizatorias occidentales del mercado y de su representación política, la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú reactivó en nuestra región el protagonismo popular en las políticas de resistencia a través de las prácticas de democracia directa, que deben ser ejemplo político y pedagógico para todos, más que nunca.
La lucha recién está empezando en este largo día después de mañana que tenemos que frenar. Y allá adelante de los debates, paradojas y desafíos actuales, hay un futuro mejor esperándonos. En el horizonte de la discusión ciudadanía vs piquete, hay un piquete sudamericano por la vida y una ciudadanía piquetera, que frente a la inmundicia infinita de la partidocracia mercantil y la compra-venta de voluntades, prensa y conciencias, es la única forma de ser persona digna y de empezar a construir una ciudadanía plena. Superar miedos y prejuicios servirá para el encuentro definitivo en la lucha de las clases y causas populares. La riqueza y el potencial que tiene el debate de la Asamblea de Gualeguaychú es extraordinario.
La radicalización de la ética política ambientalista, las propias contradicciones del poder político argento y la revitalización colectiva de los ideales artiguistas sudamericanos, liquidó el discurso de la “causa nacional” kirchnerista. De los discursos de los progresismos nacionales pseudochauvinistas pasamos a los discursos de los progresismos nacionales fraternos -pepista y kirchnerista-. La trampa del chauvinismo -que no está cerrada- se articuló con la nueva trampa progresista.
Eso sí, quedó clarísimo que la nueva fraternidad política entre los progres de las dos orillas era una fraternidad superestructural, una hermandad-en-el-mercado (con guiones existenciales heideggerianos, peronistas y emepepistas): la causa nacional se transformó, se sinceró, como kausa nacional kerellante. El progresismo berreta liberal postmoderno es un progresismo que utiliza letra de Onganía para atacar judicialmente ahora a los ambientalistas entrerrianos. Los progres cambian de piel pero siempre juegan a favor del capital y de la partidocracia rastrera, y en contra de la lucha popular, de la democracia directa y de la transformación ecológica y social, que pone en peligro las propias bases de sustentación del régimen de cosas existente.
La hermandad corporativa de los que transan y traicionan debe ser enfrentada firmemente por la hermandad de los que luchan. La quinta columna de estos pagos es la hermandad de los caín que buscan ensuciar el nombre de Artigas: mientras su gobierno k -el gobierno del progresista Aníbal Fernández y de todos esos grandes dirigentes nacionales y populares- hambrea a los trabajadores y al pueblo y amenaza penalmente a los asambleístas, el diputado Barrandeguy sale a hablar -con algún colega frenteamplista y algún intelectual universitario siempre abierto y predispuesto- de la “hermandad artiguista” para profundizar el ataque ideológico contra el corte y contra la lucha, y para dejar despejado el camino a Botnia y al saqueo. La quinta columna progresista es el brazo político y legal de Botnia, del mercado y del saqueo.
La quinta columna va a ser derrotada, porque cuando la cara se termina de poner dura se resquebraja y se termina cayendo sola a pedazos. Se multiplican en todo Entre Ríos las firmas solidarias con los asambleístas en la kerella legal de los progresistas con precio.
El desafío de la Asamblea es potenciar su autonomía y su independencia del Estado, de los partidos, de la prensa operadora y del mercado, y aunar esfuerzos en la acción directa junto a ecologistas y militantes populares uruguayos y altermundialistas. Hay que dejar sin recursos económicos y políticos a Botnia y para eso hará falta un salto solidario internacionalista y autónomo en la lucha.
La asamblea recompone fuerzas después de una discutida tregua que dejará sin sentido las mentiras y las últimas trampas de los hermanos progre del capital.
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*Prof. Mauricio Castaldo
AGMER María Grande
Foro Artiguista Entrerriano
22/6/2010-Para Río Bravo
mauriciocastaldo@gmail.com

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